Un equipo de investigadores chinos ha intentado averiguarlo, y el resultado ha sido positivo. Consiste en saltearlos en un wok, que es el método tradicional chino para preparar las verduras. Para llegar a este resultado, los autores del estudio picaron el brócoli en piezas no más grandes de dos milímetros. De esta forma, el vegetal aumentaba su producción de la enzima mirosinasa.Luego, dividieron esas piezas en tres grupos. El primero lo cocieron, el segundo lo saltearon en un wok durante cuatro minutos, y con el tercero siguieron el mismo proceso. Pero antes dejaron que la verdura reposara durante 90 minutos, con la intención de ver si así aumentaba la interacción entre la enzima y el glucosinolate.Y eso fue exactamente lo que ocurrió, ya que la verdura del tercer grupo fue la que mostró, una vez salteada, tener más cantidad de sulforafano, el componente saludable.