Generalmente, los científicos suelen dividir las enfermedades en dos grandes tipos: las transmisibles (como la hepatitis, por ejemplo) y las no transmisibles (cardiovasculares, cáncer, enfermedades respiratorias y la diabetes). Estas últimas matan a 41 millones de personas cada año, lo que equivale al 71% de las muertes que se producen en el mundo. Si bien la causa de las primeras escapa un poco más a nuestro control, las segundas y más peligrosas pueden ser prevenibles en gran medida mediante un ABC muy sencillo: alimentación, ejercicio físico y evitación de tóxicos como alcohol y tabaco.