El impacto es una de las características asociadas al movimiento. Al desplazarnos, saltar o al practicar yoga nuestras extremidades tienen contacto con el suelo, lo que activa una serie de estímulos que fortalecerán nuestros huesos y articulaciones, además de proveer al organismo de diferentes beneficios a nivel cardiovascular o metabólico.
Las actividades de impacto se pueden dividir, de forma general, en actividades de bajo impacto y en actividades de alto impacto, en función de si un pie, como mínimo, está tocando el suelo (en las de bajo impacto) y de la carga que tienen que soportar las articulaciones durante su práctica.