La diabetes gestacional si no se controla puede afectar negativamente al bebé, ya que los
síntomas suelen pasar inadvertidos. Por ese motivo, se realizan
controles rutinarios del nivel de glucosa en sangre.
Si el riesgo es muy elevado, es necesario realizar una prueba de glucosa para
proteger al bebé.La regulación adecuada de la glucosa en la sangre mediante una alimentación sana o un tratamiento con insulina puede evitar
posibles consecuencias en el bebé. Estos problemas pueden ser, por ejemplo,
aumento en la tasa de abortos espontáneos, peso superior a
4 kg al nacer, tendencia a valores de glucosa en la sangre muy bajos (hipoglucemia)
o concentración de calcio en la sangre muy baja (hipocalcemia).