Un creciente cuerpo de evidencia sugiere que beber té verde podría ayudar a prevenir el cáncer. Según la Sociedad Americana del Cáncer, muchos estudios de laboratorio sobre cultivos celulares y animales han demostrado que el té verde tiene propiedades quimiopreventivas. Dos meta-análisis hallaron que el consumo de té verde puede prevenir el crecimiento de tumores de cáncer de mama, especialmente en las primeras etapas. Y un estudio de laboratorio más reciente, realizado en China, encontró que el componente principal del té verde, un antioxidante llamado epigal locatechin-galato (EGCG), induce a las células de cáncer de mama a la auto-destrucción.