El desayuno clásico de nuestro país se basa en un zumo, un café y unas tostadas con tomate o mermelada. En otros países abogan más por un desayuno basado en proteínas, con carne, huevos, productos lácteos, etcétera. ¿Cuál es mejor?
Nuestras madres no se equivocaban. La primera comida del día es esencial para nuestro organismo. Saltársela puede tener consecuencias tanto en nuestro estado de ánimo como a nivel de salud. Por ejemplo, los niños que desayunan a diario tienen menores niveles de plomo en la sangre (un 15% menos) que los que se saltan esta comida, afirmaba un estudio publicado en la Environmental Health Journal.