Ya sea por el paso del tiempo, la falta de cuidados, la higiene inadecuada, los problemas hormonales o las agresiones externas producidas por los cambios térmicos y de humedad, así como la polución, nuestra piel sufre una degradación constante que trae consigo distintas consecuencias con perjuicios a nivel estético y de salud. Algunos de los problemas más comunes relacionados con la piel atienden a desórdenes de la pigmentación, desarreglos hormonales o incluso infecciones por virus que requieren distintos tipos de cuidados y tratamientos para evitarlos, así como para darles solución cuando aparecen. De este modo, para saber cómo actuar ante problemas concretos de la piel conviene conocer las dolencias más comunes.