Utilizada en clínicas y hospitales con bajo consumo de gases. Constan de dos bancos de cilindros, uno en operación y el otro de respaldo en caso de mantención o falla, lo que garantiza suministro permanente hacia cualquier punto del establecimiento, además de calidad y seguridad.
Por lo general, los bancos están compuestos de 1 a 10 cilindros, los que alimentan la red centralizada en el interior de un centro médico. Los cilindros están conectados a los bancos por medio de flexibles de alta presión y cada banco es controlado por una válvula de corte o cierre, lo que permite que funcionen en forma independiente uno y otro. La alta presión de los cilindros es regulada por un sistema de reguladores que proporciona la presión requerida por el sistema centralizado de distribución. La central posee dos manómetros, mediante los cuales el operador podrá leer la presión de los bancos.