Las roturas de fibras o desgarros musculares son lesiones musculares que pueden producirse de una manera directa, como consecuencia de una contusión o, mucho más frecuentemente, de una manera indirecta, como consecuencia de una elongación brusca del músculo generalmente producida por una contracción rápida y fuerte del mismo.
Los músculos son estructuras contráctiles altamente vascularizadas e inervadas, por lo tanto, cuando se produce una rotura de fibras o rotura fibrilar, siempre viene precedida de un dolor agudo concreto y localizable.