El cerebro humano es una de las primeras víctimas que sufren los estragos del paso del tiempo. Al envejecer, nuestro cerebro reduce su peso y tamaño hasta en un 15%, provocando un deterioro de las funciones cognitivas, la memoria y la capacidad de aprendizaje. El envejecimiento del cerebro está asociado también a enfermedades neurodegenerativas, pérdidas de memoria o demencia. Una nueva investigación señala que el desarrollo de estas enfermedades, como el alzhéimer, o la disminución de la capacidad cognitiva provocada por el paso del tiempo están relacionados con el envejecimiento de los vasos que conectan el cerebro y el sistema inmunológico.