Un espacio que extrae su fundamento en el aislamiento, pero que ha cedido lugar, en las últimas décadas, a nuevos conceptos de des-hospitalización, llamados a sí mismos “enfoques comunitarios”. Sin embargo, estos nuevos enfoques, a través de las políticas públicas y planes nacionales de salud mental, tienen que contemplar la promoción y protección de los derechos humanos de las personas con enfermedades mentales, tanto en los establecimientos de salud, como en los espacios extra hospitalarios, que es donde actualmente, la sociedad se hace cómplice de atropellos a la autonomía, privacidad, integridad física, libertad y derecho de integración de este grupo de la población.