Se denomina así a una forma de inflamación crónica del intestino
que se manifiesta por dolor abdominal,
diarrea y pérdida de peso. Produce períodos
alternativos de actividad y remisión y la inflamación tiende a localizarse.
Habitualmente afecta a las últimas zonas del intestino delgado (íleon) y/o al
intestino grueso (colon y recto), pero puede extenderse por cualquier parte del
tubo digestivo, incluso la boca. Las partes de intestino delgado afectadas
aparecen enrojecidas e hinchadas, incluso con úlceras. A medida que curan
éstas, puede aparecer estrechamiento del tubo digestivo por la cicatrización,
lo que puede conducir a la obstrución. La enfermedad de Crohn no tiene cura y
se tratan exclusivamente los síntomas, intentando que los períodos de remisión
sean lo más largos posible.