Existen tres enfoques para la estructuración de un modelo educativo que a su vez muestran las motivaciones de cada uno.
El primero, es el enfoque que entiende la educación como un proceso de preparación para el mundo y las necesidades, especialmente las económicas.
En este tipo de educación se busca capacitar al individuo para pueda actuar y vivir adecuadamente en la sociedad que le rodea. Generalmente se trata de sentar las bases de lo que será las profesiones a desempeñar en un futuro de modo que cubran las necesidades presentes y futuras de la sociedad.
El segundo enfoque, es el modelo educativo que considera a la educación como la reproducción de conocimientos o saberes que la sociedad estima importantes.
Este esquema hace énfasis en los aspectos intelectuales. Lo que se busca es que la persona aprenda más y mejor lo que se le enseña. Procura afirmar el conocimiento como base para que el individuo pueda desarrollar conocimiento nuevo y tenga curiosidad por el saber.
Y el tercer enfoque, considera la educación como la formación de un sujeto.
En este modelo educativo se busca que el individuo posea desarrollo moral y social pleno para convertirlo en un miembro maduro en la sociedad en la que vive.