A lo largo de la historia
de la humanidad, la sexualidad ha sido practicada y entendida de modo muy
distinto por hombres y mujeres de todas las civilizaciones. Se trata
probablemente de la actividad humana que más condicionantes, tabúes y normas ha
generado en todas las épocas, pero lo cierto es que, independientemente de la
cantidad de males y castigos que se han establecido en torno a la práctica del
sexo, el contacto físico tan íntimo en el que se desarrolla puede ser una vía
segura de transmisión de enfermedades en caso de no ejercerse con la debida
inteligencia y responsabilidad.