La fenilcetonuria es una enfermedad hereditaria, también llamada PKU, que consiste en una alteración del metabolismo en la que el cuerpo es incapaz de descomponer un aminoácido llamado fenilalanina, el cual se encuentra en la mayoría de los alimentos. Esto provoca que el organismo no pueda metabolizar en el hígado el aminoácido tirosina que se forma a partir de la fenilalanina.
No hace falta renunciar a la pizza y las patatas fritas. Ni convertirse en un comedor compulsivo de zanahorias y brócoli. Según un estudio publicado en The New England Journal of Medicine, unos pocos ajustes en nuestra alimentación diaria nos pueden ayudar a vivir más años, sin convertir estos en un aburrimiento desde el punto de vista del placer gastronómico.
No hablamos de cambios drásticos.
Según Sotos-Prieto, no es necesario autoimponerse una dieta muy rigurosa para vivir más y mejor. Solo tenemos que incluir una ingesta elevada de frutas, vegetales, granos integrales, nueces y guisantes, además de mantener bajo el consumo de carnes rojas y procesadas, dulces, refrescos, harinas refinadas...