demás, la edad es un factor inevitablemente asociado a la pérdida de masa muscular: el tejido se desgasta y el tamaño de los músculos de nuestro cuerpo disminuye como consecuencia natural del paso del tiempo. Además, la proporción entre la masa muscular y la masa grasa de nuestro organismo cambia: aumenta la masa grasa y disminuye la masa muscular. Esto tiene consecuencias: pérdida de habilidad para hacer las actividades cotidianas, menos fuerza física y un aumento del riesgo de padecer obesidad debido a que disminuye el metabolismo basal.