La sepsis, también conocida como Síndrome de Respuesta Inflamatoria Sistémica (SRIS), es una enfermedad que se produce por una infección que ha ocasionado una respuesta anormal en el organismo y pone en peligro la vida del afectado. El sistema inmune del paciente actúa de forma desproporcionada o con menor intensidad de lo necesario frente a la infección.
Esta respuesta anómala también puede involucrar, según Juan González del Castillo, del grupo de Unidades Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes), el funcionamiento cardiovascular, neuronal, hormonal, energético, metabólico o intervenir en la coagulación.
En el trascurso de la enfermedad se pueden ver afectados muchos órganos o sistemas, como el cardiaco o el respiratorio, que dejan de funcionar con eficacia y regularidad.