En los tiempos de mis abuelos, el acceso a la información era un privilegio. Pocas personas podían acceder a tener unos estudios universitarios, y ni siquiera leer y escribir estaba al alcance de todos.
Cuando yo era niña el escenario había cambiado, y aunque teníamos acceso a la información digamos que era un acceso por una única calle, señalizado y controlado. Todos teníamos en casa una enciclopedia para los trabajos del colegio. Estudiábamos con el mismo libro o con los apuntes de los profesores. En historia del arte aprendíamos por intuición, con unas fotocopias horrorosas en las que si acertabas algo era casualidad. Había discusiones sobre por ejemplo el significado de una palabra, y si no había un diccionario a mano se le daba la razón al que tenía pinta de saber más (o hablaba más alto).
Ahora el escenario ha cambiado. Lo que sobran son datos, y siempre están al alcance de la mano, hay wifi en todas partes, smartphone... Ahora el peligro es estar desinformados por exceso de información, tener datos contradictorios, no saber identificar una fuente fiable de otra que no lo es, y no tener tiempo de leer todo lo que llega a nuestras manos.

La solución pasa por desarrollar nuevas capacidades. Entre ellas considero crucial la capacidad de gestionar la sobrecarga informativa, porque de otro modo estamos perdidos. En esto juegan un papel importante herramientas como las que estamos viendo en el curso, utilísimas para gestionar la información. Pero cada vez se me hace más evidente que tiene que haber una organización y disciplina personal detrás. Ahora que tenemos a nuestros contactos personales a un clic, infinitas posibilidades de ocio, interesante información relacionada con nuestros hobbies... Hay que ser más disciplinados que nunca, y organizarnos de una forma efectiva. No es efectivo detener nuestra actividad cada vez que alguien nos manda un correo, o recibimos un tweet, que encima puede que sea crucial, interesante, anecdótico o irrelevante.

ANTES de hacer este curso, organizaba los blogs y enlaces interesantes a través de los marcadores del Chrome. En Twitter utilizaba las listas y empezaba a utilizar Bloglines.

DE MOMENTO he empezado a utilizar Diigo, es una herramienta que me parece muy sencilla y muy útil, y me he está ayudando mucho a resolver esa situación en la que tienes veinte ventanas abiertas, todas prometen, no te da tiempo a leerlas, alguna quieres conservarla pero no sabes si la encontrarás si la metes en una carpeta o en otra... Con Netvibes no he trabajado tanto, pero no tengo duda de que voy a empezar a hacerlo de forma inminente.

En el FUTURO PROXIMO me propongo pararme a pensar con mucho cuidado como utilizar todas las herramientas que estoy descubriendo. Por ejemplo en Twitter conozco las listas (como comentaba unas líneas más arriba ya las utilizaba antes de este curso), pero creo que aparte de manejar la herramienta está el aspecto fundamental de organizarse: ¿Qué es crítico? ¿Qué es fundamental? ¿Qué es secundario?. Probaremos el método TRAF (http://www.slideshare.net/javierdqfsa/cmo-sobrevivir-a-la-infoxicacin-alfons-cornella) e investigaremos más en esta línea.