El modelo pedagógico se constituye a partir de la formación
integral y del ideal de sujeto transformador de realidades que la
sociedad concibe según sus necesidades; refleja una filosofía
sobre la vida y unos modos de ser, de actuar y de valorar, que
orientan el currículo, la toma de decisiones institucionales y la
interacción de la comunidad académica, en escenarios de diálogo
y participación.
La propuesta de ofrecer una formación integral se orienta a
educar seres humanos diversos y multiculturales en entornos
cambiantes por las transformaciones tecnológicas, científicas y
sociales. Se trata de ofrecer una educación que forma a personas
que entienden y respetan a sí mismas y a los demás; una
educación donde se puede ahondar en el saber de manera
integral, no solo teniendo como objetivo la transmisión
informativa sino apuntando a una educación que privilegia los
espacios para el desarrollo del pensamiento, la creatividad y la
imaginación.
A nivel de la pedagogía mundial se manejan concepciones acerca del papel que desempeña
un educador y un estudiante durante el proceso de aprendizaje. Es nuestra preocupación
prestar mucha atención a nuestro entorno, donde se observa que la pedagogía tradicional
sigue predominando y los contenidos de las asignaturas son transmitidos verbalmente en
forma vertical hacia unos alumnos cuyo papel es el de receptores pasivos, aislados y distantes;
el maestro es el poseedor de la verdad a partir de una serie de experiencias acumuladas, y lo
que transmite es el centro de la actividad. Con este trabajo se pretende realizar un llamado
de atención a los docentes del área y aproximarlos al concepto piagetano, que considera
que el conocimiento no resulta del simple registro de información; debe haber mediación
entre una actividad productiva por parte del sujeto que aprende en interacción con el
objeto, y que no existen estructuras cognoscitivas innatas en el hombre. Por el contrario,
esta teoría propone que la inteligencia crea estructuras por medio de la organización de
sucesivas acciones realizadas sobre los objetos, de modo que su psicogénesis es únicamente
constructivista, basada en una elaboración continua de nuevas operaciones y estructuras
de pensamiento.
Para que el enfoque constructivista sea viable se requerirán no sólo cambios en los roles
señalados de docentes y, especialmente, de los alumnos, sino en los demás componentes del
sistema educativo.
El mundo actual, globalizado y centrado en el conocimiento, los cambios nacionales y
la reforma educativa exigen un ciudadano crítico y reflexivo, capaz de enfrentarlos con
éxito. Por esa razón, el objetivo general de la investigación consiste en determinar las
capacidades vinculadas al pensamiento crítico que poseen los estudiantes de la carrera de
Educación Integral de la UNESR, Núcleo Valera. La relevancia de la investigación radica
en que, por una parte, todo investigador debe tener la capacidad de pensar críticamente;
y por la otra, igualmente sucede con los docentes, en tanto formadores de las nuevas
generaciones de venezolanos en las escuelas básicas. Metodológicamente, se realizó
una investigación descriptiva con un diseño de campo que tuvo como población los 35
estudiantes del último semestre de la carrera mencionada. A una muestra probabilística
de 28 estudiantes se aplicó un cuestionario, cuyos resultados permitieron evidenciar
que el 50% de los estudiantes posee limitaciones para describir y, la mayoría, entre el
60% y el 100%, muestran ciertas dificultades en sus capacidades para evaluar, discutir,
analizar, juzgar, explicar, argumentar y demostrar, todas competencias características de
un pensamiento crítico. Por lo cual se evidencia la necesidad de proponer un conjunto de
estrategias que favorezcan su desarrollo.
La próxima puesta en marcha de la nueva asignatura de bachillerato "Filosofía y
ciudadanía" es la ocasión para reflexionar sobre la presencia de la filosofía en la
enseñanza secundaria, sobre su sentido, cometido y posibilidades. En el momento
actual, en que su diseño curricular acaba de aparecer de mera definitiva en el Decreto
de Bachillerato (B.O.E. de 6 de noviembre de 2007), pero en que aún no se ha
empezado a impartir, queda por hacer un trabajo de reflexión con vistas a la
construcción crítica de la propia asignatura. Esa tarea parece no sólo oportuna sino
necesaria, si es que queremos que la Filosofía afronte adecuadamente los nuevos retos
que se le plantean en el sistema educativo actual y que adquiera con ello, si es posible,
una mayor vitalidad y vigencia. Aún más necesaria es esa tarea si pensamos que esta
asignatura y, en general, la materia de ciudadanía, aún no ha sido aceptada de una
manera plena por el colectivo académico y profesional (ámbito académico filosófico
universitario y colectivo de profesores de filosofía de secundaria), que aún plantea
muchas reticencias.
"En este artículo se destaca el valor que tiene el pensar filosófico en la educación general de los niños y niñas. El método reflexivo de la filosofía convierte a los niños en personas más razonables. Los ayuda a comprender e interpretar las experiencias del mundo que les rodea a partir de una toma de conciencia existencial que les permite aprender a pensar a través de las relaciones de su vida personal, familiar y social, espacio de interacción donde se les enseña a aprender. El objetivo es educar a los niños en prácticas filosóficas de razonamiento lógico y hermenéutico, que les permitan desarrollar la imaginación y la creatividad en unas condiciones de libertad donde sea posible un mayor crecimiento personal con cada aprendizaje."
"Hablar o discutir acerca de "Aplicaciones didácticas" no es fácil, sobre todo cuando no es evidente si la cuestión de cómo enseñar filosofía es o no una pregunta filosófica genuina. Creo que tradicionalmente la diferencia entre saber algo y enseñarlo se ha venido planteando de este modo: una vez que nos hemos apropiado del saber, estamos en disposición de mostrarlo a otros, de cederlo, e incluso de venderlo. Todos sabemos lo importante que es el marketing en el ámbito comercial pero, en filosofía, hasta ahora no ha parecido necesario o no ha estado bien visto: la esencia de la actividad filosófica ha sido puesta en un logos originario cuya pureza no podía ser contaminada por las vicisitudes histórico-políticas. De ahí la idea de que cabe una "aplicación didáctica" de la filosofía que, por un lado, no afectaría retroactivamente a lo propio y específicamente filosófico y que, por otro lado, plantearía dificultades meramente técnicas que podrían ser resueltas sin problema por la misma filosofía. El discurso filosófico tradicionalmente ha excluido la cuestión de la institución filosófica, de modo que, desde ese discurso -dice Derrida- "los muros de la escuela son tan exteriores al acto de filosofar como la edición, la prensa, los media." (Du droit à la philosophie, París, Galilée, 1990, p. 43)."
"En el presente artículo expongo brevemente las bases del programa Filosofía para niños, examino algunas de las objeciones que se le han hecho, y explico por qué considero que la comprensión de éste implica el abandono de ciertas ideas que podrían clasificarse como tradicionales dentro de la manera de concebir la educación filosófica. Finalmente, valoro la importancia del proyecto no sólo por su búsqueda del desarrollo cognitivo de los estudiantes, sino también por su esfuerzo en desarrollar un cierto carácter en ellos. Uno que haga posible la construcción de una sociedad más justa.
Palabras clave"
Hoy, una década después de que Ran Lahav y Lou Marinoff inaugurasen el 1st International Conference on Philosophical Practice, el primer congreso mundial de la disciplina, ésta sigue con más vitalidad que nunca. Los países de ámbito hispanoparlante se han unido a las prácticas de la disciplina. Colombia, Argentina,
México, España cuentan con profesionales en sus respectivas regiones. Esto está promoviendo una auténtica revolución de corte sureño que se une a los importantes avances ya hechos en regiones más norteñas. Esto no quiere decir que todas las
prácticas de Filosofía Aplicada y Orientación Filosófica sean de la misma índole, pero todas ellas persiguen, como si de un ideal regulativo se tratase, un formato más cercano a los individuos, haciendo que la filosofía salga (sin abandonarlo) del claustro
universitario o del despacho del investigador.
Hoy a nivel mundial la educación tiene una
posición estratégica en un nuevo milenio
caracterizado por la revolución del
conocimiento, el desarrollo de las
comunicaciones, la globalización de la economía
y el despliegue de la dinámica social.
El modelo pedagico ,responde al interrogante cómo o
con qué estrategias, tomando aquí papel
importante la Didáctica, disciplina instrumental
de la Pedagogía, que se refiere a los métodos,
técnicas, medios y ambientes que perminten enseñar
Este artículo aborda de qué manera es utilizado el concepto de educación para la modificación de hábitos, conocimientos, actitudes y comportamientos para una excelente calidad de vida.
La salud, considerada un valor a lo largo de la historia de la
humanidad ha ido sufriendo modificaciones a lo largo del tiempo, modificaciones que
se derivan del contexto y del tiempo en el que vivimos. Así, el que un valor sea algo
preferible para el sujeto, es una preferencia que surge de la propia inmersión social
del individuo, y de las relaciones que mantiene con distintas instituciones y grupos
humanos. De este modo, cada uno de nosotros puede tener un concepto individual
de la salud, pero no olvidemos que este concepto no surge sólo como opción
individual, sino que está en estrecha relación con el entendimiento y comprensión
que de dicho valor se tiene a nivel social.
La Pedagogía de la Salud se sitúa en el marco científico de la Teoría de la
Educación, y por tanto desde la Teoría General de Sistemas proporciona una
concepción interrelacional de la Salud física, psíquica y social. Pretende desde una
perspectiva sistémico-cibernética, y a través de la Educación para la salud, que los
sujetos aprendan a afrontar las tensiones que provienen del entorno en el cual
interactúan, tanto desde el ámbito de la salud física, como psíquica, social y
ambiental.
La pedagogia está perdiendo poco a poco su papel relevante en el sistema educativo, debido a que cada vez está más extendida tanto la rigidez en los programas de estudios, como el excesivo disciplinarismo. De esta forma se está perdiendo el sentido de la realidad y se está dirigiendo el conocimiento, cada vez más a la especialización de la especialidad, valga la redundancia, sin ninguna conexión con el contexto social.