Los niños deben aprender a amar a sus compañeros y a los demás, independientemente de su color de piel, de sus rasgos, de cómo es su pelo, si es chino, árabe o indígena, si habla otro idioma, y a respetar su cultura y sus tradiciones. Los niños deben saber que la diversidad nos trae riquezas de informaciones y de experiencias. Que podemos aprender mucho con las diferencias. En lugar de criticarlas, debemos aprender con ellas, y darles su valor. Esa es una tarea importante principalmente en los días actuales en que cada día son más las familias que emigran de un lugar a otro.