Me planteaba que esta era una buena pregunta para poner a prueba la inteligencia colectiva en Quora, herramienta que incluso algunos/as dicen ya que iguala o supera Wikipedia.
"1. Afabilidad. La afabilidad está íntimamente ligada con la empatía y con la escucha activa, la escucha de las palabras, pero también de las emociones. La afabilidad es una cualidad que además de aportar una escucha activa, también se forja a través del aprecio y animando positivamente al otro, es decir, se trata de ofrecer a tus alumnos un refuerzo positivo incondicional.
2. Compromiso. Eres lo que eliges ser. Pero tan importante es elegir lo que quieres ser como ser consecuente con lo que eliges. Siempre he defendido la idea de que los alumnos, tengan la edad que tengan, tienen un alto sentido de la justicia y del compromiso que adoptas con ellos. En este sentido es muy importante ser lo más coherente que puedas con tus actos y con tus decisiones, porque estas acabarán afectando directa o indirectamente al grupo.
3. Generosidad. Ser generoso no es más que satisfacer las necesidades de los demás, satisfacer las necesidades de tus alumnos. Pero, cuidado. Nunca debes confundir la generosidad con el servilismo. Porque una generosidad mal entendida o mal gestionada puede ocasionar el efecto contrario que el que se pretende conseguir.
4. Indulgencia. Si entiendes el liderazgo como un acto de amor, como una vocación de servicio, entonces debes practicar la indulgencia. Pero, ¿qué se entiende por indulgencia a la hora de liderar un grupo? La indulgencia se puede entender como la falta de rencor hacia el otro. No se puede amar ni servir con rencor, aunque en muchas ocaciones sientas que tus alumnos te han decepcionado, defraudado o, simplemente, perjudicado en algo.
5. Honradez. No hay liderazgo sin honradez. Tal y como he dicho anteriormente, los alumnos tienen un alto sentido de la justicia. Es por ello que debes practicar frente a tus alumnos la integridad de todo aquello que les transmites. Porque ser honrado pasa por ser íntegro, pero también sincero y coherente con lo que haces y con los que dices. También debes tener muy en cuenta lo qu
"1. Afabilidad. La afabilidad está íntimamente ligada con la empatía y con la escucha activa, la escucha de las palabras, pero también de las emociones. La afabilidad es una cualidad que además de aportar una escucha activa, también se forja a través del aprecio y animando positivamente al otro, es decir, se trata de ofrecer a tus alumnos un refuerzo positivo incondicional.
2. Compromiso. Eres lo que eliges ser. Pero tan importante es elegir lo que quieres ser como ser consecuente con lo que eliges. Siempre he defendido la idea de que los alumnos, tengan la edad que tengan, tienen un alto sentido de la justicia y del compromiso que adoptas con ellos. En este sentido es muy importante ser lo más coherente que puedas con tus actos y con tus decisiones, porque estas acabarán afectando directa o indirectamente al grupo.
3. Generosidad. Ser generoso no es más que satisfacer las necesidades de los demás, satisfacer las necesidades de tus alumnos. Pero, cuidado. Nunca debes confundir la generosidad con el servilismo. Porque una generosidad mal entendida o mal gestionada puede ocasionar el efecto contrario que el que se pretende conseguir.
4. Indulgencia. Si entiendes el liderazgo como un acto de amor, como una vocación de servicio, entonces debes practicar la indulgencia. Pero, ¿qué se entiende por indulgencia a la hora de liderar un grupo? La indulgencia se puede entender como la falta de rencor hacia el otro. No se puede amar ni servir con rencor, aunque en muchas ocaciones sientas que tus alumnos te han decepcionado, defraudado o, simplemente, perjudicado en algo.
5. Honradez. No hay liderazgo sin honradez. Tal y como he dicho anteriormente, los alumnos tienen un alto sentido de la justicia. Es por ello que debes practicar frente a tus alumnos la integridad de todo aquello que les transmites. Porque ser honrado pasa por ser íntegro, pero también sincero y coherente con lo que haces y con los que dices. También debes tener muy en cuenta lo qu
"10 decisiones que tomé para transformar mi tiempo como docente y lograr ser más feliz.
ADVERTENCIA: Es muy importante que antes de leer estas 10 decisiones tengas claro que son mis decisiones. Tómalas como ejemplo y no cometas el error de relacionarlas con tu vida, porque la mía y la tuya tienen particularidades distintas. Encuentra tiempo para dejar de gestionar el tiempo y entonces ponte a pensar 10 decisiones que puedas aplicar a tu propia vida y que los ejemplos que te dé sobre mí sean eso, sólo ejemplos.
1. Exámenes. Odio corregir. Por eso buena parte de los exámenes los corrigen los alumnos entre ellos. Con esta actuación he ganado muchísimo tiempo que he dedicado a mejorar mi práctica docente en el aula. Esto me ha permitido ser más creativo y cambiar la metodología en muchas sesiones lectivas. He reducido mi productividad a favor de la creatividad.
2. Trabajo en casa. Ya nunca me llevo trabajo a casa. Me explico. En casa no me llevo exámenes ni trabajos para corregir. Todo lo relacionado con la productividad lo llevo a cabo en el instituto. En mi casa sólo le dedico tiempo a pensar en cómo voy a enseñar en mis clases, cómo voy a planificarlas para que sean más atractivas. Esto ha sido sin duda el cambio más significativo y que me ha reportado una enorme satisfacción profesional. Por otra parte, ya nunca trabajo los fines de semana. Por tanto, la concepción que tenía del tiempo y la que tengo ahora es enorme, porque tengo la sensación de que tengo más de un 20% más de tiempo del que tenía y lo mejor es que este 20% lo dedico a lo que me gusta como, por ejemplo, este blog.
3. Reuniones. He limitado las reuniones al máximo. Intento que aquellas que puedo dirigir duren el tiempo que yo quiera y no el que viene fijado en el horario. Esto ha permitido que las reuniones sean más eficaces y me ha proporcionado un tiempo extra para desarrollar otros aspectos de mi profesión. La gestión de las reuniones por parte de los doc
"10 decisiones que tomé para transformar mi tiempo como docente y lograr ser más feliz.
ADVERTENCIA: Es muy importante que antes de leer estas 10 decisiones tengas claro que son mis decisiones. Tómalas como ejemplo y no cometas el error de relacionarlas con tu vida, porque la mía y la tuya tienen particularidades distintas. Encuentra tiempo para dejar de gestionar el tiempo y entonces ponte a pensar 10 decisiones que puedas aplicar a tu propia vida y que los ejemplos que te dé sobre mí sean eso, sólo ejemplos.
1. Exámenes. Odio corregir. Por eso buena parte de los exámenes los corrigen los alumnos entre ellos. Con esta actuación he ganado muchísimo tiempo que he dedicado a mejorar mi práctica docente en el aula. Esto me ha permitido ser más creativo y cambiar la metodología en muchas sesiones lectivas. He reducido mi productividad a favor de la creatividad.
2. Trabajo en casa. Ya nunca me llevo trabajo a casa. Me explico. En casa no me llevo exámenes ni trabajos para corregir. Todo lo relacionado con la productividad lo llevo a cabo en el instituto. En mi casa sólo le dedico tiempo a pensar en cómo voy a enseñar en mis clases, cómo voy a planificarlas para que sean más atractivas. Esto ha sido sin duda el cambio más significativo y que me ha reportado una enorme satisfacción profesional. Por otra parte, ya nunca trabajo los fines de semana. Por tanto, la concepción que tenía del tiempo y la que tengo ahora es enorme, porque tengo la sensación de que tengo más de un 20% más de tiempo del que tenía y lo mejor es que este 20% lo dedico a lo que me gusta como, por ejemplo, este blog.
3. Reuniones. He limitado las reuniones al máximo. Intento que aquellas que puedo dirigir duren el tiempo que yo quiera y no el que viene fijado en el horario. Esto ha permitido que las reuniones sean más eficaces y me ha proporcionado un tiempo extra para desarrollar otros aspectos de mi profesión. La gestión de las reuniones por parte de los doc
"el Design Thinking se vertebra en tres pilares básicos:
Personas (usabilidad)
Tecnología (herramientas)
Negocio (viabilidad)
Pero además de estos tres pilares, el Design Thinking quiere ser:
Humano. Se tiene muy en cuenta a las personas y, sobre todo, las necesidades de estas personas. Para ello predomina la competencia emocional de la empatía.
Colaborativo. El trabajo colaborativo se centra en las conversaciones y las críticas constructivas que salen de dichas conversaciones y del intenso trabajo en equipo. Se trata de dar lo mejor de uno mismo trabajando en equipo.
Experimental. Lo importante es experimentar tanto el acierto como, sobre todo, el error o errores para aprender de ellos y que de ellos salgan nuevas ideas.
Optimista. La creación por ser creación en sí debe ser un proceso basado en una experiencia eminentemente agradable donde tienen la misma importancia los grandes cambios como los insignificantes. El optimismo genera siempre opciones.
¿Cuál es el proceso de diseño del Design Thinking?
1. Entender.
2. Observar.
3. Definir.
4. Idear.
5. Prototipar.
6. Testear.
En este artículo no desarrollaré estas ideas desde el punto de vista del diseño, sino que las relacionaré a continuación con el modelo educativo. De ahí que simplemente las enuncia para desarrollarlas más adelante.
¿Cómo se puede implementar el Design Thinking en la escuela?
El Design Thinking parte de la idea de que los cambios no tienen por qué ser dados exclusivamente desde las instituciones, sino que los propios educadores y alumnos son los que pueden hacer pequeños cambios en su quehacer diario para tranformar la escuela del siglo XXI. Pero, ¿cómo? Pues a partir de cuatro grandes áreas que son:
1. Currículum.
Se trata de mantener una actitud proactiva en cuanto a los contenidos del currículum, es decir, de qué maneras puedes conectar los contenidos de tu currículum con los
"el Design Thinking se vertebra en tres pilares básicos:
Personas (usabilidad)
Tecnología (herramientas)
Negocio (viabilidad)
Pero además de estos tres pilares, el Design Thinking quiere ser:
Humano. Se tiene muy en cuenta a las personas y, sobre todo, las necesidades de estas personas. Para ello predomina la competencia emocional de la empatía.
Colaborativo. El trabajo colaborativo se centra en las conversaciones y las críticas constructivas que salen de dichas conversaciones y del intenso trabajo en equipo. Se trata de dar lo mejor de uno mismo trabajando en equipo.
Experimental. Lo importante es experimentar tanto el acierto como, sobre todo, el error o errores para aprender de ellos y que de ellos salgan nuevas ideas.
Optimista. La creación por ser creación en sí debe ser un proceso basado en una experiencia eminentemente agradable donde tienen la misma importancia los grandes cambios como los insignificantes. El optimismo genera siempre opciones.
¿Cuál es el proceso de diseño del Design Thinking?
1. Entender.
2. Observar.
3. Definir.
4. Idear.
5. Prototipar.
6. Testear.
En este artículo no desarrollaré estas ideas desde el punto de vista del diseño, sino que las relacionaré a continuación con el modelo educativo. De ahí que simplemente las enuncia para desarrollarlas más adelante.
¿Cómo se puede implementar el Design Thinking en la escuela?
El Design Thinking parte de la idea de que los cambios no tienen por qué ser dados exclusivamente desde las instituciones, sino que los propios educadores y alumnos son los que pueden hacer pequeños cambios en su quehacer diario para tranformar la escuela del siglo XXI. Pero, ¿cómo? Pues a partir de cuatro grandes áreas que son:
1. Currículum.
Se trata de mantener una actitud proactiva en cuanto a los contenidos del currículum, es decir, de qué maneras puedes conectar los contenidos de tu currículum con los
"El problema de gestionar emociones en lugar de enseñar emociones a un alumno.
No sé si tengo la solución al tema que planteo en este artículo, pero lo que sí tengo claro es el error en el enfoque a la hora de trabajar todo tipo de emociones en el aula. ¿Qué quiero decir con esto? Muy sencillo. En los centros no se tiende a educar en las emociones, sino que se gestionan. Y ahí viene el error porque una emoción gestionada es una emoción trabajada a posteriori, es decir, cuando esta ha ocurrido. Por tanto, de lo que se trata es de enseñar emociones a priori para que cuando estas ocurran todos seamos capaces de afrontarlas con la mejor predisposición.
¿Qué es gestionar el llanto de un alumno?
Para mí es un error gestionar una emoción como el llanto. ¿Por qué? Porque el llanto se ve como una interrupción de clase, un problema y, como tal, no se plantea una solución, sino que se evita el problema haciendo que el alumno salga de clase. Cuando esto sucede, se pierde una oportunidad de trabajar emociones básicas como la ira, la alegría o la tristeza. Entonces,
¿cómo debemos afrontar el llanto de un alumno en el aula?
Enseñar emociones al alumno. Del problema a la oportunidad.
Si en lugar de gestionar una emoción, es decir, si en lugar de evitarla la enseñamos, lo que estamos haciendo es una transformación total de la inteligencia emocional en el aula. ¿Por qué? Porque emociones como la ira o la tristeza que se manifiestan en ocasiones a través del llanto ya no se ven como un problema, sino como una oportunidad tanto para el alumno como para el grupo. Pero,
¿cómo se enseña una emoción?
Ahí es donde a día de hoy creo que está todo o casi todo por hacer en el aula. En mi caso he tomado la determinación de, cuando un alumno rompe a llorar en el aula, intentar por todos los medios que este alumno permanezca en el aula con el resto del grupo. ¿Para qué?
Algunas orientaciones sobre cómo afrontar el hecho de que una alu
"El problema de gestionar emociones en lugar de enseñar emociones a un alumno.
No sé si tengo la solución al tema que planteo en este artículo, pero lo que sí tengo claro es el error en el enfoque a la hora de trabajar todo tipo de emociones en el aula. ¿Qué quiero decir con esto? Muy sencillo. En los centros no se tiende a educar en las emociones, sino que se gestionan. Y ahí viene el error porque una emoción gestionada es una emoción trabajada a posteriori, es decir, cuando esta ha ocurrido. Por tanto, de lo que se trata es de enseñar emociones a priori para que cuando estas ocurran todos seamos capaces de afrontarlas con la mejor predisposición.
¿Qué es gestionar el llanto de un alumno?
Para mí es un error gestionar una emoción como el llanto. ¿Por qué? Porque el llanto se ve como una interrupción de clase, un problema y, como tal, no se plantea una solución, sino que se evita el problema haciendo que el alumno salga de clase. Cuando esto sucede, se pierde una oportunidad de trabajar emociones básicas como la ira, la alegría o la tristeza. Entonces,
¿cómo debemos afrontar el llanto de un alumno en el aula?
Enseñar emociones al alumno. Del problema a la oportunidad.
Si en lugar de gestionar una emoción, es decir, si en lugar de evitarla la enseñamos, lo que estamos haciendo es una transformación total de la inteligencia emocional en el aula. ¿Por qué? Porque emociones como la ira o la tristeza que se manifiestan en ocasiones a través del llanto ya no se ven como un problema, sino como una oportunidad tanto para el alumno como para el grupo. Pero,
¿cómo se enseña una emoción?
Ahí es donde a día de hoy creo que está todo o casi todo por hacer en el aula. En mi caso he tomado la determinación de, cuando un alumno rompe a llorar en el aula, intentar por todos los medios que este alumno permanezca en el aula con el resto del grupo. ¿Para qué?
Algunas orientaciones sobre cómo afrontar el hecho de que una alu