La tuberculosis es una infección persistente causada por el Mycobacterium tuberculosis, que afecta a diversos órganos, pero particularmente los pulmones. Un feto puede contraer tuberculosis a través de su madre antes de nacer, al respirar o tragar líquido amniótico infectado antes o durante su nacimiento, o después de nacer, al respirar aire con microgotas infectadas. Alrededor de la mitad de los hijos de madres afectadas de tuberculosis activa desarrolla la enfermedad durante el primer año de vida si no reciben tratamiento con antibióticos o si no se les vacuna. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en la actualidad el 30 por ciento de la población mundial tiene tuberculosis latente; además, de ese porcentaje se calcula que el 10 por ciento desarrollará una tuberculosis activa.