Una de las características del síndrome del ovario poliquístico es la resistencia a la insulina, lo que no se traduce en diabetes pero constituye un problema constante para las mujeres que lo sufren. La insulina es la encargada de transmitir a las células la glucosa. Cuando estas no tienen la energía suficiente, las mitocondrias no podrán trabajar bien y aparecerán fallos en el organismo. Este problema endocrino puede derivar en hipo e hipertiroidismo y otros problemas de control de peso, como el sobrepeso y la obesidad, factores que dificultan bastante el embarazo.