Principios básicos aprendizaje
cooperativo (Spencer Kegan)
Interdependencia positiva: consiste en estar
enlazados los grupos para conseguir un objetivo, una meta que
consiste en que cada miembro del grupo cumpla con sus tareas.
Un ejemplo de interdependencia es la disponibilidad de ayudar
en el grupo, todo el mundo tiene derecho a pedir ayuda a los
compañeros, y todos saben que es de interés
colectivo atender la petición de ayuda de los
demás. De esta manera, los más "débiles"
en algún campo se pueden beneficiar de la ayuda de los
más competentes, al mismo tiempo que los más
preparados pueden fortalecer sus conocimientos verbalizando,
explicando, simplificando y reorganizando lo que saben para
que llegue a ser accesible para los compañeros (Jacob,
1988: 98)
Responsabilidad individual: cada miembro se
considera individualmente responsable de alcanzar la meta del
colectivo, la participación debe ser equivalente entre
todos para que así no exista el individualismo. La
actividad de M. Kagan, cabezas numeradas, es un ejemplo de
cómo se puede llevar a la práctica este
principio de responsabilidad individual: el profesor forma
grupos, numera sus miembros y hace una pregunta (por ejemplo,
de vocabulario, de gramática, de comprensión de
un texto, etc.). Cada grupo elabora una respuesta. Luego, el
profesor llama a un número y los estudiantes a los que
se les ha asignado ese número contestan a la pregunta,
basándose en la elaboración colectiva que el
grupo acaba de llevar a cabo (Crandall, 2000: 247)[7].
Interacción simultánea: en el
aprendizaje cooperativo, el grupo trabaja "cara a cara", con
una relación estrecha y a corta distancia. Por eso y a
fin de garantizar una buena interacción comunicativa
en el grupo, intercambio de retroalimentación,
estímulos creativos y control autorregulador del
comportamiento, es fundamental que el grupo trabaje en un
ambiente psicológico de disponibilidad y mutuo apoyo.
No sorprende que la calidad de la relación entre
personas que trabajan juntas tenga un impacto enorme sobre
sus resultados.
Igual participación: una carencia bastante
común en los grupos de aprendizaje es la falta de
formación para las actividades en equipo. No es
suficiente con juntar a los estudiantes esperando que sus
experiencias previas (escolares y de vida) les proporcionen
todo lo necesario para trabajar bien en equipo. Sobre todo
con grupos duraderos, la probabilidad de interacción
negativa es muy alta; de ahí viene la importancia que
el aprendizaje cooperativo atribuye a la formación de
la "competencia social" de los estudiantes. Esta
preparación apunta a que se experimenten en clase
estrategias y destrezas para hacer frente a las complejas
dinámicas del grupo y para conseguir una sinergia
donde todos asumen responsabilidades de cara a los objetivos
del grupo y al aprendizaje individual.
Principios básicos Aprendizaje colaborativo
(Lucero, M. M)
Interdependencia positiva: Este es el elemento central;
abarca las condiciones organizacionales y de funcionamiento que
deben darse al interior del grupo. Los miembros del grupo deben
necesitarse los unos a los otros y confiar en el entendimiento y
éxito de cada persona; considera aspectos de
interdependencia en el establecimiento de metas, tareas,
recursos, roles, premios.
Interacción: Las formas de interacción y
de intercambio verbal entre las personas del grupo, movidas por
la interdependencia positiva. Son las que afectan los resultados
de aprendizaje. El contacto permite realizar el seguimiento y el
intercambio entre los diferentes miembros del grupo; el alumno
aprende de ese compañero con el que interactúa
día a día, o él mismo le puede
enseñar, cabe apoyarse y apoyar. En la medida en que se
posean diferentes medios de interacción, el grupo
podrá enriquecerse, aumentar sus refuerzos y
retroalimentarse.
Contribución individual: Cada miembro del grupo
debe asumir íntegramente su tarea y, además, tener
los espacios para compartirla con el grupo y recibir sus
contribuciones.
Habilidades personales y de grupo: La vivencia del
grupo debe permitir a cada miembro de éste el desarrollo y
potencialización de sus habilidades personales; de igual
forma permitir el crecimiento del grupo y la obtención de
habilidades grupales como: escucha, participación,
liderazgo, coordinación de actividades, seguimiento y
evaluación.
Modelo teórico del aprendizaje
cooperativo y colaborativo