La importancia de este tipo de avances se ha hecho más evidente que nunca en el actual brote, que según el último recuento va por los 1.323 afectados, de los que han fallecido 729. Tener un diagnóstico rápido del ébola, sobre todo al principio de su manifestación, cuando los síntomas no son concluyentes, es muy importante para proceder al aislamiento de los enfermos e intentar, así, romper la cadena de transmisión.