e cierta manera, Mateo (2006) nos demuestra con sus aportes que hay una sed del hombre por el conocimiento, la aprehensión y la producción del mismo, como si se tratase de un Renacimiento o de un Siglo de las Luces. Entonces, si la historia parece demostrar que ya el conocimiento ha jugado un rol definitivo y trascendental en la evolución de los pueblos, ¿qué diferencia a esta nueva ansia por la apropiación del conocimiento? La respuesta es muy sencilla, "la velocidad con que se genera y la rapidez con que se transmite" (Mateo, 2006) gracias a los medios de comunicación, la tecnología y el desarrollo de la ciencia imponiéndose a la economía basada en la productividad (Castells, 1997). Por tanto, un elemento que debe ser incorporado al currículo es el uso de los medios y las tecnologías de la información a fin de afianzar competencias que le permitan a los sujetos comunicar de manera efectiva, en otras palabras, saber decir y saber interpretar la información que tienen a su alcance. Y con este enfoque que se genera la investigación, la creatividad y la innovación juegan un rol importante. En efecto, el conocimiento tiene como bases la investigación, el desarrollo y la innovación por un lado, y por otro la enseñanza (Mateo, 2006), de aquí se desprende la conexión entre sociedad del conocimiento y educación