He iniciado la lectura del libro La ética del hacker y el espíritu de la era de la información y al llegar a la parte que me cita a San Benito que nos insta a "Guardar silencio, incluso de las cosas buenas" no estoy de acuerdo por una razón que creo humana, debemos ser abiertos, compartir, dar, recibir, saber hacer, tener y cuando damos algo no esperar nada a cambio, creo que soy partidario del copyleft, o sea, todo lo opuesto a la ley por razones simples de imaginar. Mi trabajo nada tiene que ver con dinero, para vivir no tengo la fe de que Dios proveerá, sino que cada cual sabe lo que debe hacer para garantizar el pan en la mesa, la academia sigue siendo hoy lo mismo de ayer, un formador que es facilitador, guía, ayudante para que los neófitos descubran su camino y sepan lo que quieren para desarrollar su potencial desde la idea que desean desarrollar para ver la verdad por sus propios medios. Cada ser tiene el conocimiento dentro de sí mismo y debe ser inducido a ver dentro del espejo del alma aquello que queda oculto a sus ojos, por lo tanto, las cosas buenas deben ser compartidas y la cultura del hacker es en cierto modo, lo mismo de Platón en la academia, colaborar para crear entre todos un conocimiento que no le pertenece a nadie, es de la academia - de quien lo crea, lo usa y demuestra que tiene sentido o por lo menos fue creado para un bien y lo que es bueno pertenece a todos. Lo mismo ocurre con las tecnologías y la simplificación del conocimiento, es lo mismo de siempre con otras maneras de entrar al escenario
El autor propone que se incluya una asignatura llamada Medios de Comunicación de Masas y Educación en el currículo universitario de las carreras de pedagogía primaria y secundaria.
Hay que educar a los estudiantes para que vean la TV de forma inteligente, y a los padres, madres y ensenantes para que sean mediadores eficaces entre ambos.
Cada forma de conocer tiene a convertirse en una forma de vida, y cada proceso de construcción social e individual de conocimientos, viene también a convertirse en una postura ciudadana y ética.
Las posibilidades de la Web 2.0 resultan de una evolución tecnológica puesta al servicio del internauta/consumidor, pero al mismo tiempo, citando a Henry Jenkins, son el resultado de la necesidad de participación cultural de todo tipo durante décadas pasadas.
Este estudio se coloca de parte de una visión más crítica acerca de la verdadera naturaleza de las aplicaciones 2.0, a través del caso concreto de la producción y difusión de video online mediante el canal YouTube.