El caso Volkswagen representa, a todos los efectos, el fracaso absoluto de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC). No hay paliativos posibles: hablamos de una manipulación consciente, conocida a todos los niveles de la compañía, intencionadamente diseñada para obtener un plus de competitividad con el que hacer frente a la pujanza de otros competidores, y que consiguió poner a la marca en el trono de su industria a nivel mundial al tiempo que se publicitaba como ecológica y envenenaba todo el planeta.
n el ámbito de la responsabilidad social corporativa siempre hablamos de cuáles son las empresas más responsables o más sostenibles, pero ¿qué pasa con los países? A ojos de sus ciudadanos e inversores, también es importante que éstos apuesten por la RSC.
Nota de prensa sobre el premio a Iberdrola por ser una de las compañías más éticas del 2015. Un ejemplo claro de una compañía que invierte en programas de ética y responsabilidad social y eso sin duda va a beneficiar aún más sus beneficios.
Saludos,
Elena
Articulo donde se puede observar que aún y tener grandes beneficios también se puede tener la peor reputación en la ética de una empresa, concretamente en el caso de Zara, marca del Grupo Inditex donde las denuncias por parte de trabajadores y su mala reputación no hace más que crecer al mismo nivel que sus beneficios.
Saludos,
Elena