La destruycion de Numancia y La batalla naual,
donde me atreui a reduzir las comedias a tres jornadas, de cinco
que tenian8;
mostre, o, por mejor dezir, fui el primero que representasse las
imaginaciones y los pensamientos escondidos del alma, sacando
figuras morales al teatro, con general y gustoso aplauso de los
oyentes; compuse en este tiempo hasta veynte comedias o treynta,
que todas ellas se recitaron sin que se les ofreciesse ofrenda de
pepinos ni de otra cosa arrojadiza: corrieron su carrera sin
siluos, gritas ni baraundas