Actividad final de la Unidad 3

Curso: Entornos personales de Aprendizaje (PLE) para el desarrollo profesional docente.
Unidad 3. Actividad final: Artículo en Blog
Océanos de información
Suena la radio, "¡… la cantidad de información a nivel mundial se dobla cada 18 meses y los archivos corporativos cada 3-5 años!".
Escucho, trato de procesar a mi corto entender y enseguida pienso en "sobrecarga informativa", "spam", "infoxicación", "océanos de información", "infobesidad", "bulimia informativa" y mil términos más que podrían definir la situación actual en la que se desenvuelve el individuo en la sociedad actual y en particular el alumno-docente internetizado.
Las nuevas tecnologías propician que la información crezca de esta manera exponencial.
Esto en un principio podría causarnos fascinación, en "internet está todo", "búscalo en internet"… algo que ha fascinado a los pueblos desde muy antiguo. Al hilo de esta fascinación podemos recordar la antigua leyenda persa del arroz.
"Un cortesano que ofrendó a su rey un tablero de ajedrez y solicitó a su señor que le diera a cambio un grano de arroz por el primer cuadrado, dos granos por el segundo, cuatro por el tercero, y así sucesivamente. El rey aceptó enseguida y ordenó que el arroz fuese traído desde sus silos. El cuarto tablero suponía ocho granos, el décimo requería 512 granos, el decimoquinto 16.384 granos y el vigésimo primero rendía más de un millón de granos de arroz. Al llegar al cuadragésimo, la magnitud de granos de arroz era ya de un billón. El pago solicitado por el cortesano jamás podría haberse cumplido porque suponía más arroz que el que podía haber en el mundo".
Parecido a ello, es la situación actual en cuanto a la cantidad de información generada actualmente por los medios de comunicación y que siempre busca un "receptor" en potencia.
Necesitaríamos toda una vida para medio asimilar la información que la web es capaz de generar en un solo día.
Una parte importante de la sociedad va tomando conciencia de lo que algunos llaman "espíritu colaborativo", sustento vital para la web 2.0 y que ha trasformado a la web en una masa informe y viscosa que a medida que va devorando personas, va aumentando su tamaño (bien valdría el paralelismo con la película "The Blob", 1958).
La situación nos obliga a aprender a gestionar adecuadamente la ingente cantidad de contenidos que nos llegar y por otro nos exige un esfuerzo individual para intentar analizar con con carácter crítico aquello que llegamos a leer.
Verdad es que vamos hacia la "web semántica", entendiéndola como un "planeo" sobre la información que nos llega, podemos pensar que ello algo nos aliviará. Pero de una forma u otra, siempre seguiremos necesitando el "factor humano", nuestra intervención individual para discernir entre lo verdadero y lo falso, lo que entendemos hemos de asimilar y lo que desechar, decisiones personales sobre lo que deberíamos compartir (redes sociales) o mejor no hacerlo.
Para lo anterior será necesario potenciar las habilidades y actitudes precisas para no morir en el intento.
Sería el sistema educativo (entendido de forma muy amplia: entorno, escuela, medios, etc.) el que vendría a ocuparse de esta labor para "podar" y "limpiar" la sobrecarga cognitiva en la que estamos inmersos.
Si Borges dice "el libro es la extensión de la memoria y de la imaginación, igual que los demás instrumentos creados por el hombre lo son del cuerpo (el microscopio de la vista, el arado del brazo)", hoy nosotros deberíamos decir que la Web debería ser una prolongación de nuestras capacidades cognitivas tendente a crear un macrosistema al servicio de nuestras mentes.
El docente, el sistema educatico… puede ser positivo, desarrollando la capacidad analítica y también podría ser negativo propiciando conductas tendentes a fagocitar todo aquello que se manifiesta en los medios.
Fascinación sí, problemas serios que puede originar la situación, también. De nuevo "no es oro todo lo que reluce".
Apostemos de momento por las herramientas y recursos que nos ayudarán a navegar por los "océanos de información".

"El computador está cambiando el proceso de comunicación de una manera que hace imposible para el usuario comprender qué está pasando, quién dice qué, qué fuentes son fiables y cuáles no lo son, o incluso a qué persona se destina una acción comunicativa determinada. La capacidad de procesamiento de los computadores altera tanto el contenido como la forma del sentido comunicado, y por consiguiente deconstruye las formas que usábamos para reconocer nuestro propio estilo. (Baecker)

Artículo informativo sobre la sobrecarga informativa que sufre el docente actualmente. Maneras de combatirla.