Cuando se comienza una investigación se recopila una cantidad ingente de material para leer más detenidamente. Si no se ha diseñado una metodología de curación de contenidos antes de comenzar al poco tenemos la lista de marcadores o favoritos colapsada o decenas de enlaces, gráficos, infografías e imágenes repartidos casi sin orden ni concierto por carpetas, redes sociales, dispositivos o herramientas online d

e lo más diverso. No he encontrado la plataforma definitiva que solucione el problema pues cada persona tiene su propio

proceso cognitivo y modo de trabajo así que lo que es buenísimo para uno resulta tremendamente enrevesado para otro. Bien es verdad que cada herramienta puede ser adaptada a los usos y necesidades de cada uno pero no siempre encajan, resultan cómodas o atractivas.