Los niños poseen conocimientos previos y pertinentes acerca
de la lectura y la escritura pero necesitan ser instruidos y guiados
en el aprendizaje de las mismas y de la forma en que se haga dependerá
que desarrollen unas u otras habilidades. De aquí la importancia
de tener presente que el acceso al código debe inscribirse
siempre en contextos significativos para el niño. Si se trabaja
el código aisladamente, de forma descontextualizada, no sólo
no se aprovecha ese bagaje, significativo y funcional, sino que
estamos construyendo una idea errónea de lectura.