Según las Neurociencias, ¿es válida la antinomia constructivismo/conductismo, o estamos frente a dos mecanismos igualmente eficientes, pero aplicables a diferentes tipos de aprendizaje?
Las neurociencias han aportado evidencias sobre qué ocurre en el cerebro durante el aprendizaje pero aun no se sabe exactamente cómo ocurre el aprendizaje y cuál es el efecto de las distintas prácticas pedagógicas en el funcionamiento cerebral de los niños.
Sí se sabe que el aprendizaje se relaciona con un cambio en las conexiones sinápticas de las neuronas o de un grupo de neuronas específico, y/o con la generación de nuevas sinapsis, que se originan como una respuesta a cambios internos al cerebro y/o a los provenientes del entorno. No existiría una única manera de aprender del cerebro sino que los mecanismos y las áreas cerebrales implicadas difieren de acuerdo con el tipo de información o conocimiento que tengamos que adquirir.
No es lo mismo aprender a leer que aprender a sumar y restar, y tampoco lo es el aprender fechas históricas precisas, la tabla periódica, una técnica deportiva o a tocar un instrumento musical. Intervienen distintas regiones cerebrales y se almacenan en diferentes sistemas de memoria. Es por ello que los métodos de enseñanza deberían diferenciarse también según el contenido de que se trate.