Regan also articulates his firm belief that ‘moral philosophy is no substitute for political action’, but insists, ‘still, it can make a contribution. Its currency is ideas’. This assertion was made many years ago in 1983. However, it appears that large sections of the animal advocacy movement was not (and is not) listening to this important message. Many factions in the modern animal protection movement do not agree that a well worked out philosophical position assists in the furtherance of altering the moral standing of nonhuman animals. Moreover, many of those that do seem to agree with the general point that social movements require a solid basis for claims-making, appear not to accept the case for animal rights in the first place. Recent developments in the animal movement tends to confirm such a view. For example, Francione [4] states that ‘the modern animal “rights” movement has explicitly rejected the doctrine of animal rights’. In fact, it might be tempting to claim, analogous to Gilroy’s [5] declaration that ‘there ain’t no black in the Union Jack’, that there ain’t much rights in ‘animal rights’ either. This tends to beg the question, if not rights violations, what do modern animal advocates substantially rely upon in order to make claims on behalf of nonhuman animals? Francione argues that the contemporary animal movement appears content to rely on a new formulation of traditional ideas, which he labels ‘new welfarism’. He describes this conception of new welfarism as a ‘hybrid position’ which may be understood to be a more progressive, or in Francione’s terms, a ‘modified’ welfare position compared with traditional animal welfarism, especially in the sense that this ‘version of animal welfare…accepts animal rights as an ideal state of affairs that can be achieved only through continued adherence to animal welfare measures’.
Códigos Declaración universal de los derechos del animal Londres, 23 de septiembre de 1977 Adoptada por la Liga Internacional de los Derechos del Animal y las Ligas Nacionales afiliadas en la Tercera reunión sobre los derechos del animal, celebrada en Londres del 21 al 23 de septiembre de 1977. Proclamada el 15 de octubre de 1978 por la Liga Internacional, las Ligas Nacionales y las personas físicas que se asocian a ellas. Aprobada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO), y posteriormente por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Preámbulo Considerando que todo animal posee derechos, Considerando que el desconocimiento y desprecio de dichos derechos han conducido y siguen conduciendo al hombre a cometer crímes contra la naturaleza y contra los animales, Considerando que el reconocimiento por parte de la especie humana de los derechos a la existencia de las otras especies de animales constituye el fundamento de la coexistencia de las especies en el mundo, Considerando que el hombre comete genocidio y existe la amenaza de que siga cometiéndolo, Considerando que el respeto hacia los animales por el hombre está ligado al respeto de los hombres entre ellos mismos, Considerando que la educación debe enseñar, desde la infancia, a observar, comprender, respetar y amar a los animales, Se proclama lo siguiente: Artículo 1. Todos los animales nacen iguales ante la vida y tienen los mismos derechos a la existencia. Artículo 2. a) Todo animal tiene derecho al respeto. b) El hombre, en tanto que especie animal, no puede atribuirse el derecho de exterminar a los otros animales o de explotarlos violando ese derecho. Tiene la obligación de poner sus conocimientos al servicio de los animales. c) Todos los animales tienen derecho a la atención, a los cuidados y a la protección del hombre. Artículo 3. a) Ningún animal será sometido a malos tratos ni actos crueles. b) Si es necesaria la muerte d