En cuanto a las implicaciones para la educación, Anderson apunta algunas cuestiones abiertas a debate en cuatro ámbitos distintos: la enseñanza y el aprendizaje, la investigación académica, las publicaciones académicas y las bibliotecas. Así, toma en consideración, entre otros temas, el papel de los entornos virtuales de enseñanza/aprendizaje institucionales en el contexto de la Web 2.0 con sus servicios de publicación y colaboración abiertos y ubícuos. Insiste, también, en la necesidad de más investigación y análisis sobre las implicaciones sociales y pedagógicas. ¿Son los niños realmente nativos digitales? ¿Cuál es la participación real de nuestros usuarios en la creación de contenidos?