"No me traigas el periódico que no tengo tiempo de leerlo". Esta frase que digo a mi mujer cuando, raramente, es ella quién sale antes los domingos a por el pan y la prensa, resume lo que es para mi la infoxicación o sobreinformación. (He leido a un compañero el término Infobesidad).
La paradoja es que si finalmente lo trae, porque ella desea leerlo, también acabo haciéndolo y el problema es que difícilmente puedo "ojear" u "hojear" un periódico. Termino por leerlo por largo rato. Todo me interesa. Cierto que hago una selección: puedo evitar fácilmente los anuncios, la política nacional la suelo obviar (la radio me informa) y me centro en la vida de la ciudad que me implique, la opinión y algo de cultura y deportes. Si el periódico es local, es más o menos llevadero, pero cuando me enfrento a EL PAÍS me puede durar la semana. Lógicamente desatiendo otras actividades.
Luego el ordenador o computadora portátil pero de sobremesa en casa: distintas cuentas de mail y el facebook. Reconozco que estoy enganchado. Mi actividad en red hasta hace un par de años se limitaba a los correos electrónicos, la creación y mantenimiento de blogs personales y profesionales. Pero tuve que dar un curso a compañeros sobre TICs del que nació el blog:
http://formacionticlasdunas.blogspot.com.es/
y uno de los temas a tratar debería de ser las REDES SOCIALES; me creee cuentas en Facebook, Twitter y Tuenti y desde entonces, elegí, soy de Facebook. He vuelto a usar Twitter para este curso. Es una decisión basada en la comodidad. estoy cómodo en Face y me pierdo en Twitter. Tuenti se me queda pobre. He desatendido mis blogs personales en detrimento del caralibro, pero también he vuelto a retomarlos al ver las posibilidades conexión.
Esta es la clave del problema: la elección. Y para elegir tenemos que tener criterio, ni mejor ni peor, porque es muy dada la gente a discriminar, no la información sino a las personas, por sus criterios de elección. Yo también lo hago, es mi libertad. Tomo posición, discrimino, elijo. Veo la 2 siempre que puedo, sobre todo por el cine sin interrupciones, algún concursillo, (Saber y Ganar, Pasapalabra,...), series, algunos reportajes (Salvados si puedo), documentales y debates, siempre que sean ordenados y respetando turnos. No aguanto los programas de chismes. He de reconocer que los primeros Grandes Hermanos me llamaron la atención, pero...
Igual hay que legir no ver sino vivir: paseos, bicicleta, esquí viajes, bodyboard, sólo o acompañado, lo de quedar para jugar un padel es más complicado.
Pero mientras vives, ahora vas con el móvil y sus apps. Todo te viene bien: las aplicaciones sociales del ordenata ahora en el bolsillo, a mano. Las profesionales también. Me llevo la programación al pabellón en documento que abro con alguno de los programas "office" al uso. Saco fotos y vídeos de los alumnos para que luego se vean en las ejecuciones. Me llaman o llamo al cole si pasa algo urgente. Como coordinador TIC, recibo las notas de socorro de las(los) compañeras(os) por Whatsapp... Todas sirve, las cámaras especiales porque distorsionan y evitan editar para publicar a menores, y las publicas en los blogs correspondientes sin tener que sentarte en el ordenador; las aplicaciones de fitness para hacer más ejercicio y publicarlo, los mapas, (hasta el de estrellas para cunado miras al cielo por las noches y nunca sabes quién es quién), y la agenda y el calendario y las de idiomas (diccionarios y las que ya te dan la frase en voz traducida). Y cual elegir, primero a la azar o leyendo recomendaciones, luego quitando y probando otras y hasta que lo que opinen los demás no importa. Con la que estás cómodo tu. Tu criterio. Luego están las que te excluyen si no las comparten tus amigos. (Yo a Istagram y a Pínteres todavía no la he sacado jugo, aunque con Flirk llevo años y es ahora cuando comienzo a llevarme bien con ella). Y esas pequeñas joyas como Photopeach...
Y luego organiza. Desde organizar carpetas y escritorios hasta la pantalla del móvil.
Ayudas: Delicius y los complementos de Firefox.
Y vas guardando y no tienes tiempo de gestionar la información: fotos, documentos, vídeos por editar, correos que ver y contestar. Lo más inmediato el Face...
Elegir. Pero las herramientas de selección, organización y gestión, también requieren tiempo. Vacaciones, horas de sueño. ¡Qué bien viven los profes!. Ya me gustaría salir de currar y olvidarme hasta el día siguiente...
Nos habéis presentado unas cuantas, pero como digo siempre: Al buen maestro no le hace el método ni la herramienta sino la aplicación de estos. Puede enseñar mejor mi compañera a punto de jubilarse que no sabe nada de TICs, pero tiene la clase controlada, conoce a los niños y sus problemas individuales, sabiendo integrar lo bueno y malo de cada uno y darles "su" tiempo, sabiendo tratar a los padres y respetando a los compañeros, que aquel que tiene método (en ocasiones cerrado e inflexible) y herramientas punteras. Yo conozco y domino unas cuantas, pero igual, en el afán de mejorar y saber más, me estoy infoxicando de herramientas que no tengo tiempo de dominar. Está muy bien conocerlas, igual alguna me sirve, ya veremos, pero tantas, tantas...
Veo en las intervenciones de los compañeros, que como siempre en estos cursos tan abiertos, hay distintos niveles de profundización, tanto técnica como teórica. Yo de momento me planto aquí. Me he sobre informado sobre la sobreinformación, voy a buscarme una actividad viva que me dessobreinforme y aprovechar un rayo de sol findesemanero que aparece por Cantabria después de muchos días cenizos. Ciao.