Coincido en que en la adolescencia (yo trabajo en 2º ESO) se produce un cambio hacia una motivación extrínseca del aprendizaje, por eso aquello de "hacer deberes".
Por lo tanto planteo el interrogante ¿No deberíamos enfrentarnos a nuestro trabajo planteándonos que conseguiremos fomentar aprendizajes significativos y transferibles en nuestro alumnado utilizando fundamentalmente el arma más potente con la que contamos los docentes, que no es otra que nuestro "propio entusiasmo" por nuestro trabajo?.
Si además le añadimos una pizca de buen humor, unas gotas de empatía y un "chorreón" de TICs, las probabilidades de éxito de nuestra tarea aumentan considerablemente.
¿No? :-)
Resumen certero sobre la potencialidad y utilidad de analizar y definir explícitamente nuestro o entorno personal de aprendizaje (PLE).
¡Muy útil!. Gracias David
Espacio de encuentro tanto para docentes que quieran integrar los Entornos Personales de Aprendizaje en el aula, como para profesionales interesados en los Entornos Personales de Aprendizaje como recurso para el Aprendizaje Permanente.