Un termómetro.
Tiritas.
Gasas.
Algún antiséptico tipo betadine.
Analgésicos y antiinflamatorios (paracetamol, nolotil, ibuprofeno…).
Antihistamínicos.
Protectores de estómago.
Suero oral.
Repelente de mosquitos que contengan DEET < 40%, IR 35/35 o icaridina.
Algún antibiótico que nos recete nuestro médico, sobre todo para las diarreas del viajero.