Si no se puede reparar no lo quiero - 0 views
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Luciano Ferrer on 25 Dec 19"La decisión de la empresa de cámaras Nikon de rescindir los contratos de servicio técnico de sus dispositivos reavivó el debate por el derecho a reparar. Con la emergencia climática respirándonos en el cuello, una de las tantas preguntas que nos hacemos permanentemente es cómo combatir el consumo acelerado de dispositivos electrónicos. Es decir, cómo lograr que nuestras computadoras, teléfonos y otros electrónicos nos duren lo máximo posible para evitar la extracción de minerales e hidrocarburos y reducir la basura electrónica. En definitiva, de lo que se trata, es de combatir eso que llamamos obsolescencia programada y percibida defendiendo el derecho a reparar. La obsolescencia como motor del consumo La obsolescencia programada es la planificación, en la etapa de diseño, del fin de la vida útil de un producto tras un tiempo determinado de uso. Esta puede lograrse a través de la falta de repuestos, la baja calidad de los materiales, la programación del software, etc. Su objetivo es mantener la economía lineal de extracción materia prima, producción, consumo y descarte, sin tener en cuenta las consecuencias ambientales. Esta estrategia se asienta sobre la práctica de lanzar sistemáticamente al mercado nuevos productos con pequeños cambios de diseño que generen la sensación de que los que ya tenemos están viejos, obsoletos, o ya no sirven, y que necesitan ser renovados a pesar de estar en perfectas condiciones. Esta sensación que genera la falsa innovación se denomina obsolescencia percibida. El caso de las temporadas de la industria de la moda o los cambios año a año en los modelos de los celulares son un claro ejemplo de ello. Esto se logra gracias a grandes campañas publicitarias que asocian el consumo a una serie de valores identitarios."