En este tipo de tecnología de almacenamiento, cada celda de memoria está compuesta por un pequeño fragmento de una aleación especial, capaz de cambiar sus características físicas y propiedades según el modo en que se calienta o enfría. Esta temperatura que cambia la fase de la aleación, es manipulada mediante la inyección de corriente eléctrica y el nivel de voltaje de esta, el momento de la inyección es lo que determina que fase cambiará su alineación.
Gracias a que las células de memoria phase-change memory son más simples que las usadas en las memorias flash y su tecnología no tiene los mismos límites físicos que almacenamiento magnético, es posible alcanzar cantidades de almacenamiento bastante altas. Uno de los handicaps que presentaba este tipo de memorias, era hacer escalable la cantidad de corriente eléctrica que se utiliza para cambiar las fases en memorias de mayor densidad.