Ésa es la trampa del software privativo. En tus clases enseñas con el software que necesites para tu actividad docente. ¿Pero qué ocurre? Si enseñas al alumno a trabajar con un programa privativo, al chaval le estas enseñando a manejar ese programa, lo que estás haciendo es crear un usuario de ese programa para esa empresa (cliente potencial). La otra parte natural del proceso es que fomentas a piratear ese programa y por lo tanto, a saltarse la ley cuándo ésta no conviene (delincuente potencial). No hay alternativa posible a estas dos opciones con el software privativo.