en la etapa de la menopausia una mujer con trastorno depresivo suele sufrir alteraciones en su carácter, sentirse triste o angustiada por un periodo prolongado, perder interés en actividades que antes disfrutaba a cabalidad, subir o bajar de peso abruptamente y presentar problemas serios para concentrarse. “De igual forma, podría darse el caso de que a algunas féminas le ocurra cambios en los patrones de sueño y el apetito, fatiga o pérdida de energía, así como irritabilidad extrema, sensación de inutilidad y pensamientos suicidas”.