De nuevo y como en las anteriores unidades didácticas, a pesar de lo retrasado que voy, me he alegrado mucho de haber llegado hasta aquí y me refiero a que vuelvo a encontrar estupendas respuestas ante situaciones complicadas en mi uso diario de internet, tanto en el ámbito personal como en el profesional. En este caso concreto, no me podía venir mejor que desde este curso se proponga el tema de la infoxicación y cómo prevenirla.
Este término fue introducido en España gracias a Alfons Cornella para unir los términos: "intoxicación e información", un fenómeno que ya en 1996 el psicólogo británico David Lewis, definió como "information fatigue syndrome" y a quien debemos la interesante sentencia: "Knowledge is power, but information is not".
Por tanto, de expresiones anteriores en inglés como también "information overload", tenemos en castellano los conceptos de: infoxicación y sobrecarga informativa.
La gestión de la abundancia de información existente en la web, a partir del paso de la web 1.0, unidireccional, a la web 2.0, bidireccional, en la que los usuarios hemos pasado de espectadores a prosumidores de contenidos, es lo que se nos plantea en esta tercera unidad didáctica, y como anunciaba al comienzo de esta reflexión personal, en mi caso es una cuestión que llevaba muy mal y que desde ahora comienzo tanto a entender el fenómeno descrito como a encontrar fórmulas para su mejor gestión.
Coincide Enrique Dans, profesor de IE Business School, en una entrevista para el diario colombiano El Tiempo, con la consideración de Clay Shirky de que "no es exceso de información sino la ausencia de filtros" lo que produce la infoxicación. Para Dans, "en realidad, la infoxicación ocurre por una carencia de cultura de uso: a medida que una persona adquiere más experiencia y adiestramiento, aprende a utilizar herramientas que le permiten ser mucho más eficientes en su manejo". Y define la infoxicación como "la incapacidad de análisis eficiente de un flujo de información elevado".
Para Alfons Cornella, las soluciones se encuentran en "diseñar instrumentos para reducir el ruido informacional que recibimos, y aumentar la productividad del tiempo de atención de que disponemos". Y aclara: "De hecho, ya tenemos herramientas para hacerlo, pero no las usamos debidamente".
Y es en ente punto dónde paso a describir brevemente el uso que hasta el momento hacía yo de las herramientas digitales para la gestión eficaz de la información que recibo a diario, desde el punto de vista tanto de los canales como de los contenidos que comparto.
Hasta la llegada de este curso, mi método era bastante rudimentario. Es verdad que ya utilizaba listas en Twitter y grupos en Facebook y Linkedin, pero por ejemplo, a la hora de clasificar enlaces de mi interés referidos a diferentes ámbitos, lo que hacía era sobre todo enviármelos a mi mismo en Facebook como mensajes privados, o bien enviarlos a mi propio muro configurando la privacidad para que sólo yo los viera.
Ahora, desde que he creado una cuenta personal en Diigo, guardo, clasifico y ordeno todos aquellos contenidos de interés a partir de listas y etiquetas, que además puedo compartir con otros usuarios de esta plataforma. Esta herramienta de marcadores sociales me tiene ahora super motivado, pues venía del caos y el desorden casi absoluto, y me recuerda mucho en cuanto a las etiquetas como marcadores sociales, a la nube de etiquetas o intereses, los hashtags, las listas, etc... ya que se trata de, como se explica en la unidad didáctica, "de socializar nuestros contenidos desde un nuevo modelo de web semántica, web con significado, que a través de la foxonomía de las indexaciones sociales, con un sistema de metadatos, podamos enriquecer nuestros contenidos digitales y gestionar eficazmente la abundante información que encontramos en la web".
Me quedan, de esta unidad didáctica, dos herramientas a las que les debo dedicar más tiempo y en las que ya he creado mi propio perfil. Son éstas el lector de RSS para blogs y webs: Feedly, y en segundo lugar crear mi escritorio personalizado, como sistema de filtros personal y gestor integral de mi PLE, a través de Netvibes.
Este término fue introducido en España gracias a Alfons Cornella para unir los términos: "intoxicación e información", un fenómeno que ya en 1996 el psicólogo británico David Lewis, definió como "information fatigue syndrome" y a quien debemos la interesante sentencia: "Knowledge is power, but information is not".
Por tanto, de expresiones anteriores en inglés como también "information overload", tenemos en castellano los conceptos de: infoxicación y sobrecarga informativa.
La gestión de la abundancia de información existente en la web, a partir del paso de la web 1.0, unidireccional, a la web 2.0, bidireccional, en la que los usuarios hemos pasado de espectadores a prosumidores de contenidos, es lo que se nos plantea en esta tercera unidad didáctica, y como anunciaba al comienzo de esta reflexión personal, en mi caso es una cuestión que llevaba muy mal y que desde ahora comienzo tanto a entender el fenómeno descrito como a encontrar fórmulas para su mejor gestión.
Coincide Enrique Dans, profesor de IE Business School, en una entrevista para el diario colombiano El Tiempo, con la consideración de Clay Shirky de que "no es exceso de información sino la ausencia de filtros" lo que produce la infoxicación. Para Dans, "en realidad, la infoxicación ocurre por una carencia de cultura de uso: a medida que una persona adquiere más experiencia y adiestramiento, aprende a utilizar herramientas que le permiten ser mucho más eficientes en su manejo". Y define la infoxicación como "la incapacidad de análisis eficiente de un flujo de información elevado".
Para Alfons Cornella, las soluciones se encuentran en "diseñar instrumentos para reducir el ruido informacional que recibimos, y aumentar la productividad del tiempo de atención de que disponemos". Y aclara: "De hecho, ya tenemos herramientas para hacerlo, pero no las usamos debidamente".
Y es en ente punto dónde paso a describir brevemente el uso que hasta el momento hacía yo de las herramientas digitales para la gestión eficaz de la información que recibo a diario, desde el punto de vista tanto de los canales como de los contenidos que comparto.
Hasta la llegada de este curso, mi método era bastante rudimentario. Es verdad que ya utilizaba listas en Twitter y grupos en Facebook y Linkedin, pero por ejemplo, a la hora de clasificar enlaces de mi interés referidos a diferentes ámbitos, lo que hacía era sobre todo enviármelos a mi mismo en Facebook como mensajes privados, o bien enviarlos a mi propio muro configurando la privacidad para que sólo yo los viera.
Ahora, desde que he creado una cuenta personal en Diigo, guardo, clasifico y ordeno todos aquellos contenidos de interés a partir de listas y etiquetas, que además puedo compartir con otros usuarios de esta plataforma. Esta herramienta de marcadores sociales me tiene ahora super motivado, pues venía del caos y el desorden casi absoluto, y me recuerda mucho en cuanto a las etiquetas como marcadores sociales, a la nube de etiquetas o intereses, los hashtags, las listas, etc... ya que se trata de, como se explica en la unidad didáctica, "de socializar nuestros contenidos desde un nuevo modelo de web semántica, web con significado, que a través de la foxonomía de las indexaciones sociales, con un sistema de metadatos, podamos enriquecer nuestros contenidos digitales y gestionar eficazmente la abundante información que encontramos en la web".
Me quedan, de esta unidad didáctica, dos herramientas a las que les debo dedicar más tiempo y en las que ya he creado mi propio perfil. Son éstas el lector de RSS para blogs y webs: Feedly, y en segundo lugar crear mi escritorio personalizado, como sistema de filtros personal y gestor integral de mi PLE, a través de Netvibes.