Hay demasiado contenido. No hay más que abrir cualquiera de nuestros perfiles en redes sociales para vernos inundados de todo tipo de información o noticias (contenidos) en las que invertir nuestra atención. Sin embargo, saturados por la oferta y el esfuerzo de seleccionar los primeros que encontramos, terminamos sintiendo que hemos perdido el tiempo y que el contenido que hemos seleccionado es más una obligación que un placer.