Estudios psicológicos revelan que este fenómeno se da preferentemente (aunque no de forma exclusiva) entre personas de edad avanzada, cuyas vidas están muy vinculadas a la de su pareja sentimental o a la de algún familiar. Al perder ese apoyo, la razón de su vida desaparece, por lo que dejan de luchar e incluso de cuidarse. Los especialistas lo comparan con la supervivencia en una situación extrema. Algunas personas pueden realizar esfuerzos sobrehumanos para tratar de sobrevivir en medio del océano o perdidos en un desierto, y desvanecerse justo cuando ven aparecer al equipo de rescate.