Un calentamiento global significativo de la
atmósfera tendría graves efectos sobre el medio
ambiente. Aceleraría la fusión de
los casquéeles polares, haría subir el nivel de los
mares, cambiaría el clima regional y
globalmente, alteraría la vegetación natural y
afectaría a las cosechas. Estos cambios, a su vez,
tendrían un enorme impacto sobre la civilización
humana. En el siglo XX la temperatura media del planeta
aumentó 0,6 ºC y los científicos
prevén que la temperatura media de la Tierra subirá
entre 1,4 y 5,8 ºC entre 1990 y 2100.