Hemos tenido la suerte de tener unos políticos con “tal altura de miras” que no consiguen ponerse de acuerdo durante los más de treinta años de democracia de nuestro país para hacer una ley de educación de forma consensuada, pero sin embargo para algo tan importante para el futuro de las próximas generaciones como es la Ley Sinde, consiguen llegar a un acuerdo en una tarde.