Ahora bien, lo que realmente impulsa la aplicación de la interactividad
plena en estos sistemas multimediáticos, y, por tanto, los convierte
en hipermediáticos, es el desarrollo y la optimización de
las redes de comunicación, de las tecnologías de compresión
de datos y la aparición de un servicio e interficie específicamente
diseñados para los nuevos servicios y contenidos hipermediáticos,
que, en caso de Internet, se materializan a comienzos de los 90 en la World
Wide Web.