Niels Bohr - 0 views
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Luciano Ferrer on 10 Jul 20"La que sigue, es una historia que me acercó Juan Pablo Paz -uno de los cientÃficos más prestigiosos que tiene la Argentina- y que está dando vuelta hace un tiempo en los medios académicos (y no académicos también). En todo caso, después de leerla verá que ni siquiera importa si es cierta, aunque los fÃsicos aseguran que sÃ. Lo que seguro vale la pena es discutir su contenido. Y pensar. Muchas veces, en un colegio o en alguna facultad, un alumno tiene una idea distinta, una idea que el profesor no contempló, no pensó. Una idea: ni más ni menos que eso. Y la reacción del docente no siempre es la esperable: pensar con el alumno, dejarse desafiar por alguien que piensa diferente, que propone un ángulo diferente. Este capÃtulo entonces, está dedicado a la reflexión a la que invita la siguiente historia: Sir Ernest Rutherford, presidente de la Sociedad Real Británica y Premio Nobel de QuÃmica en 1908, contaba la siguiente anécdota: "Hace algún tiempo, recibà la llamada de un colega. Estaba a punto de ponerle un cero a un estudiante por la respuesta que habÃa dado en un problema de fÃsica, pese a que éste afirmaba convencidÃsimo que su respuesta era absolutamente acertada. "Profesores y estudiantes acordaron pedir arbitraje de alguien imparcial y fui elegido yo. "Leà la pregunta del examen y decÃa: ¿Qué harÃa usted para determinar la altura de un edificio con la ayuda de un barómetro? "El estudiante habÃa respondido: 'Lleve el barómetro a la azotea del edificio y átale una cuerda muy larga. Descuélguelo hasta la base del edificio, marque y mida. La longitud de la cuerda es igual a la longitud del edificio'. "Realmente, el estudiante habÃa planteado un serio problema con la resolución del ejercicio, porque habÃa respondido a la pregunta, correcta y completamente. "Por otro lado, si se le concedÃa la máxima puntuación, podrÃa alterar el promedio de su año de estudios, obtener una nota más alta y asÃ