Ya desde las primeras líneas, el propio concepto de dispositivo es puesto en escena no tanto como un término que alude a algo cerrado, acabado y estable sino como “una madeja, una unidad multilineal”, y Deleuze señala que esas líneas que la atraviesan son de distinta naturaleza, que conforman “procesos en constante desequilibrio”, que pueden sufrir “cambios de dirección” o “derivaciones”. Nada de fijeza, siempre un proceso. “Pertenecemos a los dispositivos y actuamos en ellos”, observa Deleuze más adelante. “La novedad de un dispositivo en relación a los anteriores es lo que denominamos su actualidad, nuestra actualidad. Lo nuevo es lo actual. Lo actual no es lo que somos, sino más bien eso en lo que devenimos, en lo que estamos a punto de devenir, es decir, lo Otro, nuestro devenir-otro”. Pensar sobre lo que está cambiando, ese fue el desafío de Gilles Deleuze y los siguientes términos pretenden explorar diferentes aspectos relacionados con su manera de filosofar a través de las palabras de José Luis Pardo: